Seventh Day Remnant
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Revelation 12:17 “And the dragon was wroth with the woman, and went to
make war with the remnant of her seed, which keep the commandments of God,
and hav...
Estando en Loma Linda, California, el 16 de Abril de 1906, pasó delante de mi una de las más asombrosas escenas. En una visión de la noche, yo estaba sobre una altura desde donde veía las casas sacudirse como el viento sacude los juncos. Los edificios, grandes y pequeños, se derrumbaban. Los sitios de recreo, los teatros, hoteles y palacios suntuosos eran conmovidos y derribados. Muchas vidas eran destruidas y los lamentos de los heridos y aterrorizados llenaban el espacio.
Los ángeles destructores, enviados por Dios, estaban obrando. Un simple toque, y los edificios construidos tan sólidamente que los hombres los tenían por resguardados de todo peligro quedaban reducidos a un montón de escombros. Ninguna seguridad había en parte alguna. Personalmente, no me sentía en peligro, pero no puedo describir las escenas terribles que se desarrollaron ante mi vista. Era como si la paciencia de Dios se hubiese agotado y hubiese llegado el día del juicio.
Entonces el ángel que estaba a mi lado me dijo que muy pocas personas se dan cuenta de la maldad que reina en el mundo hoy, especialmente en las ciudades grandes. Declaró que el Señor ha fijado un tiempo cuando su ira castigará a los transgresores por su persistente menoscabo de su ley.
Aunque terrible, la escena que pasó ante mis ojos no me hizo tanta impresión como las instrucciones que recibí en esa ocasión. El ángel que estaba a mi lado declaró que la soberanía de Dios, el carácter sagrado de su ley, deben ser manifestados a los que rehúsan obstinadamente obedecer al Rey de reyes. Los que prefieran quedar infieles habrán de ser heridos por los juicios misericordiosos, a fin de que, si posible fuere, lleguen a percatarse de la culpabilidad de su conducta".
Visión de una Terrible Destrucción
En la mañana del viernes pasado, justamente antes de despertar, se me presentó una escena sumamente impresionante. Tuve la sensación de que despertaba del sueño en un lugar que no era mi casa. Desde las ventanas veía una terrible conflagración. Grandes bolas de fuego caían sobre las casas, y de ellas salían dardos encendidos que volaban en todas direcciones. Era imposible apagar los incendios que se producían, y muchos lugares estaban siendo destruidos. El terror de la gente era indescriptible. Desperté después de cierto tiempo y descubrí que estaba en mi hogar".
Las Ciudades Populosas Serán Barridas
En todas partes hay hombres que deberían ocuparse en el ministerio activo y dar el último mensaje de amonestación a un mundo caído. Aún no se ha ralizado la obra que desde hace mucho tiempo ha debido llevarse a cabo para ganar almas para Cristo. Se ha descuidado cruelmente a los habitantes de las ciudades impías que dentro de tan poco tiempo serán visitadas por calamidades. Falta poco para que las grandes cuidades sean barridas, de manera que todos deben ser amonestados acerca de la inminencia de estas calamidades. ¿Pero quién pone en el cumplimiento de esta obra el celo sincero que Dios requiere?
Actualmente no se realiza ni la milésima parte de lo que debería efectuarse en la tarea de trabajar en las ciudades, y de lo que se haría si los hombres y las mujeres cumplieran cabalmente con su deber".
Destrucción de Millares de Ciudades
Ojalá que el pueblo de Dios tuviera una noción de la destrucción inminente de millares de ciudades, ahora casi entregadas a la idolatría!".
Apresurad la Obra
Mientras considero las condiciones reinantes en las ciudades, que tan manifiestamente se hallan bajo el poder de Satanás, me hago la pregunta: ¿Cuál será el fin de estas cosas? La maldad en muchas ciudades está creciendo. El crimen y la iniquidad dominan por doquiera. Nuevas especies de idolatría se introducen continuamente en la sociedad. En toda nación, la mente de los hombres es atraída por la invención de alguna cosa nueva. La temeridad en los hechos y la confusión de los pensamientos aumentan en todas partes. Ciertamente las ciudades de la tierra están llegando a ser como Sodoma y Gomorra.
Como pueblo, necesitamos acelerar la obra en las ciudades, que ha sido obstaculizada por la falta de obreros, medios y espíritu de consagración. En este tiempo, el pueblo de Dios necesita volver el corazón plenamente a Él, pues el fin de todas las cosas está cerca. Necesitan humillar sus mentes, y estar atentos a la voluntad del Señor, trabajando con fervoroso deseo, en aquello que Dios ha mostrado que debe ser hecho, a fin de amonestar a las ciudades con respecto a su ruina inminente".El Evangelismo: 25-26
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CLAMOR Del TERCER ANGEL
Saturday, January 30, 2010
¿CÓMO SE ORIGINÓ
EL PECADO?
Para muchos la existencia del pecado es un gran misterio. No pueden comprender, cómo un Dios que es amante y bondadoso pueda permitir algo que causa tanta miseria y dolor. Pero no debe haber misterio acerca de cómo llegó el pecado y continúa existiendo en nuestro mundo.
La Biblia nos enseña que: “El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio.” 1 Juan 3:8.
Originalmente el pecado surgió en el corazón de Lucifer. El profeta Isaías nos dice que Lucifer, Satanás o el diablo fue una vez un hermoso ángel de luz celestial.
“¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones.” Isaías 14:12.
El nombre “Lucifer” significa “portaluz”. Esto nos da alguna idea de su gloria original. Sin embargo, él es ahora un ser caído, él no es la espantosa criatura que frecuentemente es representada. El apóstol Pablo nos dice que Satanás es capaz de transformarse a sí mismo en un ángel de luz, cuando esto se adapta mejor a sus propósitos (vea 2 Corintios 11:14-15). Y es el plan de Satanás hacer su obra, junto con la obra de sus agentes, muy semejante a la obra de Dios. De esta manera, puede engañar a más personas.
Ezequiel habló de Satanás (refiriéndose a él como el rey de Tiro), como habiendo sido un ser de insuperable belleza.
“En Edén, en el huerto de Dios estuviste, de toda piedra preciosa era tu vestidura, de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad....Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti…” Ezequiel 28:13-15, 17.
Aunque era un ángel de gloria, Satanás llegó a exaltarse por su propia belleza; y en su orgullo, decidió que ya no necesitaba ser súbdito del gobierno de Dios.
“Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.” Isaías 14:13-14.
Insatisfecho con su posición de querubín cubridor, Lucifer deseó ser igual a Dios. Pero esto, involucraba cambiar el perfecto orden del cielo que sólo podía lograrse al atacar a Dios con la introducción de un error en su gobierno. El planteamiento mentiroso fue: ¿Si Dios puede ser menos que perfecto, entonces por qué seguir sus leyes y mandatos? Lucifer emprendió la obra de engañar a tantos ángeles como pudo para que lo ayudaran en su rebelión contra Dios. Así, cada ángel debía escoger a quién creer, a quién seguir y vindicar – si a Dios o a Lucifer.
“Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles, pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.” Apocalipsis 12:7-9.
Al comenzar la guerra en el cielo, Satanás reveló que él no iba a escatimar nada para llevar a cabo su propósito de ser igual a Dios; y cualquier obstrucción a este propósito debía ser arrancada del camino – incluyendo a Dios mismo.
Aunque derrotado y echado del cielo, Satanás no fue entonces destruido. ¿Por qué? Si Dios hubiera destruido a Lucifer, esto precisamente no habría contestado las acusaciones contra Dios. Por lo tanto, a Satanás debía serle dada una oportunidad para mostrar a todo el universo justamente qué tipo de gobierno deseaba establecer, y revelar también cuál sería el resultado final de escoger un rumbo de rebelión contra Dios. La seguridad del universo entero dependía de esta demostración y de su resultado final. Ningún interrogante debía permanecer en cuanto a quién estaba diciendo la verdad – Dios o Lucifer. Ambos debían ser conocidos por sus acciones o por los frutos que produjeran.
Fue el orgullo lo que llevó a Satanás a desear ser igual a Dios, y ahora intenta fomentar este mismo deseo en la humanidad. Acercándose a Eva, la tentó a creer que el ser igual a Dios era un objetivo alcanzable – que sólo sería alcanzado a través de la desobediencia a Dios.
“Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.” Génesis 3:1-5.
Tan pronto como ella siguió la sugestión del diablo, para desobedecer a Dios, estuvo en armonía y unión con el enemigo de Dios; y llegó a ser un agente de Satanás para causar la caída de Adán.
El hombre, creado para ser un reflejo de Dios (vea Génesis 1:26-27), cayó bajo el control de un poder que estaba en oposición a la norma y autoridad de Dios. El hombre estuvo una vez en armonía con su Creador, pero ahora era un rebelde, adversario de la voluntad y los mandamientos de Dios.
“Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden.” Romanos 8:7.
El diablo reclamó que toda la humanidad estaba bajo su poder, y nunca debían ser obedientes a Dios y probarle que estaban verdaderamente en una controversia. Dios podría haber destruido instantáneamente al hombre por causa de su rebelión; pero en lugar de esto, amorosamente se acercó al hombre al enviar a Jesús para que viniera a ser uno como nosotros y muriera en nuestro lugar.
Cuando Jesús vino a esta tierra, vino como nuestro Maestro. Como nuestro Maestro, vivió una vida de desinteresada obediencia a Dios, dándonos un perfecto ejemplo de lo que podemos llegar a ser a través de Él. Por sus frutos, Cristo demostró ser la Verdad y el Camino para la salvación y liberación del pecado. Al vivir una vida obediente en nuestra humanidad, Jesús no sólo vindicó a Dios al probar que la ley de Dios y el reino de justicia era perfecto, sino que también reveló que era posible para todo ser humano seguir su ejemplo y al mismo tiempo ser obediente. De esta manera, Cristo demostró que no hay ninguna razón para que alguno de nosotros continúe en servidumbre del pecado.
“Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas, quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente…” 1 Pedro 2:21-22.
Cuando Cristo murió en la cruz, Satanás quedó desenmascarado, se había revelado a sí mismo como un asesino, y que bajo su gobierno toda cosa buena y honorable debía ser barrida. Para siempre había sido apartado de la simpatía del universo expectante y había sellado su propia destrucción. Por sus frutos, Satanás demostró ser un mentiroso y el camino a la servidumbre, al cautiverio del pecado y la muerte.
Al permitir que los principios del pecado fueran plenamente desarrollados, Dios había dado a todo ser en el universo, la oportunidad para ver justamente a lo que el pecado conduce. Habiendo visto los espantosos resultados del pecado, cada ser humano puede hacer ahora una decisión inteligente en cuanto a quién obedecerán y vindicarán en esta controversia – a Dios o a Satanás.
Hablando de Satanás, Jesús dijo a sus oyentes:
“...El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.” Juan 8:44.
Mientras Satanás estuvo en el cielo buscando establecer un nuevo orden de cosas, el resultado final del pecado no era aparente. Dios vio que seres creados no podían verlo – vio a lo que la extensión del pecado y el egoísmo podían conducir. Al asesinar a Cristo, Satanás reveló aquello que había estado inherente al pecado todo el tiempo. El Calvario fue justamente la revelación del pecado plenamente manifestada. Nuestras acciones pecaminosas no son sino un reflejo de la rebelión interior. Así que todo pecado, si lo consideramos una infracción sea pequeña o grande, nos hace cautivos a la norma de Satanás y de esta manera nos hacemos partícipes de la culpa de matar a Cristo.
No sólo estaba Satanás lleno de odio hacia Cristo sino también contra todo aquel que escogiera seguirle y vindicar a Dios. Es verdad que Jesús como un hombre, venció a Satanás; pero si Satanás puede apartar a los seguidores de Dios de hacer de la victoria de Cristo una realidad en sus propias vidas, es posible que todos se pierdan. Así que, Satanás, a través de sus agentes, continúa la controversia y la guerra contra Dios al atacar a sus seguidores.
“Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.” Apocalipsis 12:17.
Aunque el diablo puede disfrazar su voz, sus muchas teorías engañosas siempre dirigen al mismo pensamiento; que “de alguna manera Dios puede ser aventajado por nosotros cuando desobedecemos sus mandamientos, y que algo es ganado al desobedecerle.” Esta mentira engañosa fue aceptada por Adán y Eva, lo cual introdujo el pecado y la muerte en este mundo. Pero Cristo vino a esta tierra para ayudarnos a usted y a mí a escapar del pecado a través de su gracia y fortaleza, y así obtener la vida eterna cuando Él venga otra vez.
Cuando amamos a Cristo y nos sometemos voluntariamente a Él, promete unir nuestro corazón con su corazón; nuestra voluntad es entonces fusionada con su voluntad; nuestra mente viene a ser una con la suya; y la ley de Dios llega a ser nuestra delicia.
“Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo.” Hebreos 8:10.
“El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón.” Salmos 40:8.
“En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.” Salmos 119:11.
Por este proceso, también nuestros pensamientos son traídos en cautividad a Cristo, permitiéndonos seguir su ejemplo de obediencia y vivir su vida en la nuestra.
“Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo...” 2 Corintios 10:3-5.
La salvación que Jesús nos trae no es una salvación en desobediencia. Sino que nos trae liberación del poder del pecado, así que a través del poder de Jesús podemos y debemos vivir una vida de obediencia, demostrando que Dios es verdad, y probando que Satanás es un mentiroso.
“...Y llamarás su nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados.” Mateo 1:21.
“Y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen...” Hebreos 5:9.
De esta manera, por nuestras acciones o los frutos que producimos, estamos dando a conocer si somos seguidores de Dios o de Satanás – vindicamos a Dios o a Satanás.
“Todo aquel que comete pecado infringe también la ley, pues el pecado es infracción de la ley. Y sabéis que Él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en Él. Todo aquel que permanece en Él no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como Él es justo. El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo...” 1 Juan 3:4-10.
Quiera Dios ayudarnos a cada uno, para allegarnos plenamente a Cristo y permitirle vivir su vida a través de la nuestra, y ya no seremos siervos del pecado y la muerte, sino que seremos siervos de la justicia y la vida eterna.
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"Doctrinad a Todas las Naciones"; y "La tierra será llena del conocimiento de Jehová, como cubren la mar las aguas." "Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria." Mat. 28:19; Isa. 11:9; 59:19.
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Siete Pilares del gran Templo de DIOS en el cielo y del fiel Remanente de DIOS (7 doctrinas distintivas). (Prov. 9: 1; Counsels for Writers [El Otro Poder] 30-31 [1889]; EUD 45, 46).
Cristo ha hecho del bautismo una señal de entrada en su reino espiritual. El ha hecho de esto una positiva condición con la cual deben cumplir todos los que quieren que se reconozca que están bajo la autoridad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Antes que el hombre pueda encontrar un hogar en la iglesia, antes de traspasar el umbral del reino espiritual de Dios, ha de recibir la impresión del nombre divino: "JEHOVÁ, JUSTICIA NUESTRA". (Jer. 23:6).
El bautismo es una solemne renuncia al mundo. Los que son bautizados en el triple nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, en el momento de entrar en la vida cristiana, declaran públicamente que han abandonado el servicio de Satanás, y han llegado a ser miembros de la familia real, hijos del Rey celestial. Han obedecido el mandamiento: "Salid de en medio de ellos, y apartaos. . . y no toquéis lo inmundo". Y para ellos se cumple la promesa: "Y seré a vosotros Padre, y vosotros me seréis a mí hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso" (2 Cor. 6:17,18) (Testimonies, tomo 6, pág. 91. Año 1900; o pág. 97).
Cuando los cristianos se someten al solemne rito del bautismo, el Señor registra el voto que hacen de serle fieles. Este voto es su juramento de lealtad. Son bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Así están unidos con los tres grandes poderes del cielo. SE COMPROMETEN A RENUNCIAR AL MUNDO PARA OBSERVAR LAS LEYES DEL REINO DE DIOS. POR LO TANTO, HAN DE ANDAR EN NOVEDAD DE VIDA. NO HAN DE SEGUIR MÁS LAS TRADICIONES DE LOS HOMBRES. NO HAN DE SEGUIR POR MÁS TIEMPO MÉTODOS DESHONESTOS. HAN DE OBEDECER LOS ESTATUTOS DEL REINO DE DIOS. HAN DE BUSCAR EL HONOR DE DIOS. SI SON FIELES A SU VOTO, SERÁN PROVISTOS DE GRACIA Y PODER QUE LOS HABILITARÁ PARA CUMPLIR CON TODA JUSTICIA."A TODOS LOS QUE LE RECIBIERON, LES DIO POTESTAD DE SER HECHOS HIJOS DE DIOS, A LOS QUE CREEN EN SU NOMBRE" (Carta 129, 1903).
En la parábola, las vírgenes prudentes tenían aceite en las vasijas de sus lámparas. Su luz ardió con llama viva a través de la noche de vela. Cooperaron en la iluminación efectuada en honor del esposo. Brillando en las tinieblas, contribuyeron a iluminar el camino que debía recorrer el esposo hasta el hogar de la esposa, para celebrar la fiesta de bodas.
Así los seguidores de Cristo han de verter luz sobre las tinieblas del mundo. Por medio del Espíritu Santo, la Palabra de Dios es una luz cuando llega a ser un poder transformador en la vida del que la recibe. Implantando en el corazón los principios de su Palabra, el Espíritu Santo desarrolla en los hombres los atributos de Dios. La luz de su gloria -SU CARÁCTER- ha de brillar en sus seguidores. ASÍ ellos han de glorificar a Dios, han de iluminar el camino a la casa del Esposo, a la ciudad de Dios, a la cena de bodas del Cordero.
La venida del esposo ocurrió a medianoche, es decir en la hora más oscura. De la misma manera la venida de Cristo ha de acontecer en el período más oscura de la historia de esta tierra. Los días de Noé y Lot pintan la condición del mundo precisamente antes de la venida del Hijo del hombre. Las Escrituras, al señalar este tiempo, declaran que Satanás obrará con todo poder y "con todo engaño de iniquidad".* Su forma de obrar es revelada claramente por las TINIEBLAS QUE VAN RÁPIDAMENTE EN AUMENTO, POR LA MULTITUD DE ERRORES, HEREJÍAS Y ENGAÑOS DE ESTOS ÚLTIMOS DÍAS. No solamente está Satanás cautivando al mundo, sino que sus mentiras están leudando las profesas iglesias de nuestro Señor Jesucristo. LA GRAN APOSTASÍA SE DESARROLLARÁ HASTA LLEGAR A LAS TINIEBLAS DE LA MEDIANOCHE, IMPENETRABLES COMO NEGRO SACO DE CILICIO. Para el pueblo de Dios será una noche de prueba, una noche de lloro, una noche de persecución por causa de la verdad. PERO EN MEDIO DE ESA NOCHE DE TINIEBLAS, BRILLARÁ LA LUZ DE DIOS.
El hizo que "de las tinieblas resplandeciese la luz".* Cuando "la tierra estaba desordenada y vacía, las tinieblas estaban sobre la haz del abismo", "el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz: y fue la luz".* DE LA MISMA MANERA, EN LA NOCHE DE LAS TINIEBLAS ESPIRITUALES, ES EMITIDA LA ORDEN DIVINA: "SEA LA LUZ". EL DICE A SU PUEBLO: "LEVANTATE, RESPLANDECE, QUE HA VENIDO TU LUMBRE, Y LA GLORIA DE JEHOVÁ HA NACIDO SOBRE TÍ"*
"HE AQUÍ -dicen las Escrituras- QUE TINIEBLAS CUBRIRÁN LA TIERRA Y OSCURIDAD LOS PUEBLOS: MAS SOBRE TI NACERA JEHOVÁ, Y SOBRE TI SERÁ VISTA SU GLORIA".*
EL MUNDO ESTÁ ENVUELTO POR LAS TINIEBLAS DE LA FALSA CONCEPCIÓN DE DIOS. LOS HOMBRES ESTÁN PERDIENDO EL CONOCIMIENTO DE SU CARÁCTER, EL CUAL HA SIDO MAL ENTENDIDO Y MAL INTERPRETADO. EN ESTE TIEMPO, HA DE PROCLAMARSE UN MENSAJE DE DIOS, UN MENSAJE QUE ILUMINE CON SU INFLUENCIA Y SALVE CON SU PODER. SU CARÁCTER HA DE SER DADO A CONOCER. SOBRE LAS TINIEBLAS DEL MUNDO HA DE RESPLANDECER LA LUZ DE SU GLORIA, DE SU BONDAD, SU MISERICORDIA Y SU VERDAD.
Esta es la obra bosquejada por el profeta Isaías en las palabras: "LEVANTA FUERTEMENTE TU VOZ, ANUNCIADORA DE JERUSALÉN; LEVÁNTALA, NO TEMAS; DI A LAS CIUDADES DE JUDÁ: ¡VEIS AQUÍ EL DIOS VUESTRO! HE AQUÍ QUE EL SEÑOR JEHOVÁ VENDRÁ CON FORTALEZA, Y SU BRAZO SE ENSEÑORERARÁ: HE AQUÍ QUE SU SALARIO VIENE CON ÉL, Y SU OBRA DELANTE DE SU ROSTRO".
Aquellos que esperan la venida del Esposo han de decir al pueblo: " ¡VEIS AQUÍ EL DIOS VUESTRO!" LOS ÚLTIMOS RAYOS DE LUZ MISERICORDIOSO, EL ÚLTIMO MENSAJE DE CLEMENCIA HA DE DARSE QUE HA DE DARSE AL MUNDO, ES UNA REVELACIÓN DE SU CARÁCTER DE AMOR. Los hijos de Dios han de manifestar su gloria. En su vida y carácter han de revelar lo que la gracia de Dios ha hecho por ellos.
La luz del Sol de Justicia ha de brillar en buenas obras, en palabras de verdad y hechos de santidad.
Cristo, el resplandor de la gloria del Padre, vino al mundo como su luz. Vino a representar a Dios ante los hombres, y de él está escrito que fue ungido "de Espíritu Santo y de potencia" y "anduvo haciendo bienes". En la sinagoga de Nazaret dijo: "El Espíritu del Señor es sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres: me ha para enviado para sanar a los quebrantados de corazón; para pregonar a los cautivos libertad, y a los ciegos vista; para poner en libertad a los quebrantados: para predicar el año agradable del Señor". Esta era la obra que él recomendó a sus discípulos que hicieran. "Vosotros sois la luz del mundo", dijo él: "Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos". Esta es la obra que el profeta Isaías describe cuando dice: "¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes metas en casa; que cuando vieres al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu carne? Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salud se dejará ver presto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia".
De esta manera, en las noches de tinieblas espirituales, la gloria de Dios ha de brillar por medio de su iglesias, al levantar ésta a los quebrantados y consolar a los dolientes.
En torno de nosotros, por todas partes se oyen los lamentos de tristeza del mundo. Por doquiera están los necesitados y afligidos. A nosotros nos toca ayudarlos a aligerar y suavizar las durezas y la miseria de la vida.
La obra práctica tendrá mucho más efecto que el mero sermonear. Hemos de dar alimento al hambriento, vestir al desnudo y proteger al que no tiene hogar. Y se nos llama a hacer más que esto. Únicamente el amor de Cristo puede satisfacer las necesidades del alma. Si Cristo habita permanentemente en nosotros, nuestros corazones estarán llenos de divina simpatía. Las fuentes selladas del amor fervoroso, semejante al de Cristo, serán abiertas.
Dios nos pide para los necesitados no sólo nuestros dones, sino un semblante alegre, palabras llenas de esperanza un bondadoso apretón de manos. Cuando Cristo sanaba a los enfermos, colocaba sus manos sobre ellos. De la misma manera debemos nosotros colocarnos en intimo contacto con aquellos a quienes tratamos de beneficiar.
Hay muchas personas que han perdido la esperanza. Devolvedles la luz del sol. Muchos han perdido su valor. Habladles alegres palabras de aliento. Orad por ellos. Hay personas que necesitan el pan de vida. Leedles de la Palabra de Dios. Muchos están afectados de una enfermedad del alma que ningún bálsamo humano puede alcanzar y que ningún médico puede curar. Orad por esas almas. Llevadlas a Jesús. Decidles que hay bálsamo en Galaad y que también hay allí Médico.
La luz es una bendición, una bendición universal que derrama sus tesoros sobre un mundo ingrato, impío, corrompido. Tal ocurre con la luz del Sol de Justicia. Toda la tierra, envuelta como está en las tinieblas del pecado, del dolor y el sufrimiento, ha de ser iluminada con el conocimiento del amor de Dios. Ninguna secta, categoría o clase de gente ha de ser privada de la luz que irradia del trono celestial.
El mensaje de esperanza y misericordia ha de ser llevado a los confines de la tierra. El que quiere, puede extender la mano y asirse del poder de Dios, y hacer paz con él, y hallará paz. Ya no deben los paganos seguir envueltos en las tinieblas de medianoche. La lobreguez ha de desaparecer ante los brillantes rayos del Sol de Justicia. El poder del infierno ha sido vencido.
Pero ningún hombre puede impartir lo que él mismo no ha recibido. En la obra de Dios, la humanidad no puede generar nada. Ningún hombre puede por su propio esfuerzo convertirse en un portaluz de Dios. Era el áureo aceite vertido por los mensajeros celestiales en los tubos de oro, para ser conducido del recipiente de oro a las lámparas del santuario, lo que producía una luz continua, brillante y resplandeciente. Es el amor de Dios continuamente transferido al hombre lo que lo capacita para impartir luz. En el corazón de todos los que están unidos a Dios por la fe, el áureo aceite del amor fluye libremente, para brillar en buenas obras, en un servicio real y sincero por Dios.
En la inconmensurable dádiva del Espíritu Santo se hallan contenidos todos los recursos del cielo. No es por causa de restricción alguna por parte de Dios por lo que las riquezas de su gracia no fluyen hacia la tierra, a los hombres. Si todos tuvieran la voluntad de recibir, todos serían llenados de su Espíritu.
Es el privilegio de toda alma ser un canal vivo por medio del cual Dios pueda comunicar al mundo los tesoros de su gracia, las inescrutables riquezas de Cristo. No hay nada que Cristo desee tanto como agentes que representen al mundo su Espíritu y carácter. No hay nada que el mundo necesite tanto como la manifestación del amor del Salvador mediante la humanidad. Todo el cielo está esperando que haya canales por medio de los cuales pueda derramarse el aceite santo para que sea un gozo y una bendición para los corazones humanos.
Cristo ha hecho toda provisión para que SU iglesia sea un cuerpo transformado, iluminado con la Luz del mundo, que posea la gloria de Emmanuel. Es su propósito que todo cristiano esté rodeado de una atmósfera espiritual de luz y paz. Desea que nosotros revelemos su propio gozo en nuestra vida.
La morada del Espíritu en nuestro corazón se revelará por la manifestación del amor celestial. La plenitud divina fluirá a través del agente humano consagrado, para ser luego transmitida a los demás.
El Sol de Justicia "en sus alas traerá salud". Así también de todo verdadero discípulo ha de emanar una influencia productora de vida, valor, utilidad y verdadera sanidad.
LA RELIGIÓN DE CRISTO SIGNIFICA MAS QUE EL PERDÓN DEL PECADO; SIGNIFICA LA EXTIRPACIÓN DE NUESTROS PECADOS Y EL HENCHIMIENTO DEL VACÍO CON LAS GRACIAS DEL ESPÍRITU SANTO. Significa iluminación divina, regocijo en Dios, Significa un corazón despojado del yo y bendecido con la presencia permanente de Cristo. Cuando Cristo reina en el alma, hay pureza, libertad del pecado. Se cumple en la vida la gloria, la plenitud, la totalidad del plan evangélico. La aceptación del Salvador produce un resplandor de perfecta paz, y amor perfecto, de perfecta seguridad. La belleza y fragancia del carácter de Cristo, reveladas en la vida, testifican de que Dios ha enviado ciertamente a su Hijo al mundo, para ser su Salvador.
CRISTO NO PIDE QUE SUS SEGUIDORES LUCHEN POR BRILLAR. EL DICE: DEJAD QUE BRILLE VUESTRA LUZ. Si habéis recibido la gracia de Dios, la luz está en vosotros. Quitad los impedimentos, y la gloria del Señor se revelará. La luz brillará, para penetrar y disipar las tinieblas. No podéis dejar de brillar en vuestra esfera de influencia.
La revelación de su propia gloria en la forma humana, acercará tanto el cielo a los hombres que la belleza que adorne el templo interior se verá en toda alma en quien more el Salvador. Los hombres serán cautivados por la gloria de un Cristo que mora en el corazón. Y en corrientes de alabanza y acción de gracias procedentes de muchas almas así ganadas para Dios, la gloria refluirá al gran Dador.
"Levántate, resplandece; que ha venido tu lumbre, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti". Este mensaje se da a aquellos que salen al encuentro del Esposo. Cristo viene con poder y grande gloria. Viene con su propia gloria y con la gloria del Padre. Viene con todos los santos ángeles. Mientras todo el mundo esté sumido en tinieblas, habrá luz en toda morada de los santos. Ellos percibirán la primera luz de su segunda venida. La luz no empañada brillará del esplendor de Cristo el Redentor, y él será admirado por todos los que le han servido. Mientras los impíos huyan de su presencia, los seguidores de Cristo se regocijarán. El patriarca Job, mirando hacia adelante, al tiempo del segundo advenimiento de Cristo, dijo: "Al cual yo tengo de ver por mí mismo, y mis ojos le mirarán; y ya no como a un extraño". Cristo ha sido un compañero diario y un amigo familiar para sus fieles seguidores. Estos han vivido en contacto íntimo, en constante comunión con Dios. Sobre ellos ha nacido la gloria del Señor. En ellos se ha reflejado la luz del conocimiento de la gloria de Dios . en la faz de Jesucristo. Ahora se regocijan en los rayos no empañados de la refulgencia y gloria del Rey en su majestad. Están preparados para la comunión del cielo; pues tienen el cielo en sus corazones.
Con cabezas levantadas, con los alegres rayos del Sol de Justicia brillando sobre ellos, regocijándose porque su redención se acerca, salen al encuentro del Esposo, diciendo: "HE AQUÍ ÉSTE ES NUESTRO DIOS, LE HEMOS ESPERADO, Y NOS SALVARÁ".
"Y oí como la voz de una grande compañía, y como el ruido de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: Aleluya: porque reinó el Señor nuestro Todopoderoso. Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque son venidas las bodas del Cordero, y su esposa se ha aparejado... Y él me dice: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena del Cordero". El "es el Señor de los señores, y el Rey de los reyes: y los que están con él son llamados, y elegidos, y fieles".
DIOS SALVARÁ AL REMANENTE FIEL
"Pregunto: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? ¡De ninguna manera! Porque también yo soy israelita, descendiente de Abrahán, de la tribu de Benjamín.
Dios no ha desechado a su pueblo, a quien de antemano conoció. ¿No sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo se queja ante Dios contra Israel?:
'Señor, han dado muerte a tus profetas, han destruido tus altares, yo solo he quedado, y procuran matarme'.
Y, ¿cuál fue la divina respuesta? 'ME HE RESERVADO SIETE MIL HOMBRES, QUE NO HAN DOBLADO LA RODILLA ANTE BAAL'.
ASÍ TAMBIÉN, EN ESTE TIEMPO HA QUEDADO UN REMANENTE ELEGIDO POR GRACIA.
Y si es por gracia, ya no es en base a las obras. Si fuera por obras, la gracia ya no sería gracia.
¿QUÉ PUES? ISRAEL NO ALCANZÓ LO QUE BUSCABA, SINO QUE LOS ELEGIDOS LO ALCANZARON; Y LOS DEMÁS FUERON ENDURECIDOS.
Como está escrito: 'Dios les dio espíritu de sopor, ojos que no vean, y oídos que no oigan, hasta el día de hoy'.
Y David dice: 'Sea vuelta su mesa en lazo y en red, en tropiezo y merecido pago.
'Sus ojos sean obscurecidos para que no vean, y agóbiales la espalda para siempre'. Rom. 11: 1-10.
Abundan la habladuría, el fariseísmo y la vanagloria; pero estos jamás ganarán almas para Cristo. El amor puro, santificado, tal como se manifestó en la vida de Cristo, es como un perfume sagrado; como el perfume del aceite aromático derramado por María Magdalena, llena toda la habitación con fragancia. La elocuencia, el conocimiento, la verdad y los talentos inusuales, mezclados con amor, son todos dones preciosos. Pero ni la habilidad ni los talentos mejor seleccionados pueden por ellos solos ocupar el lugar del amor. Este amor debe ser manifestado por los obreros del Señor. El amor por Dios y por quienes Cristo ha muerto, hará una obra que escasamente comprendemos. Quienes no aprecian ni cultivan este amor, no pueden ser misioneros de éxito. 6TI 90. 4, 5.
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